Arturo Orellana, director del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica, explicó que esta versión número 15 del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) se incorporaron una nueva generación de variables, adaptadas a los cambios sociales, económicos y territoriales que ha vivido el país tras el estallido social y la pandemia.
“Una nueva generación de variables, que apuntan siempre en las mismas seis dimensiones ya conocidas, pero que, de alguna manera, permiten comparar a través de datos estadísticos provenientes de fuentes oficiales, ministerios, servicios, etcétera, la calidad de vida y compararla entre comunas y entre ciudades”, detalla.
En O’Higgins, fueron medidas: Rancagua, Rengo, Machalí, San Fernando y San Vicente, que cumplen con el criterio de una población mayor a 50 mil habitantes.
Dentro de las seis dimensiones medidas, en general las comunas de la región quedaron ‘al debe’ en el apartado de conectividad y movilidad. “Yo creo que tiene que ver fundamentalmente por la alta dependencia del automóvil, por un sistema de transporte público ineficiente. Entiendo que hay toda una cultura de usar colectivos, pero no es el modo de transporte público más eficiente, digamos, porque es un es sumar una densidad de automóviles muy grande por las vías interurbanas”.
Asimismo, Arturo Orellana, apunta a que, “estas dimensiones están interrelacionadas” y que cuando “hay un crecimiento importante en una medida residencial, uno podría decir que la mejor oferta de vivienda existente dentro de la región está en Machalí, porque apuesta solamente a sectores ABC 1, casi media, alta, o alta”.
“Pero por otro lado, cuando no están equilibradas entre ciudades y la dotación de equipamientos de comercio y servicio, de manera de evitar que la gente se movilice en exceso (…) eso contribuye negativamente a la movilidad, porque hay una excesiva movilidad y, obviamente, tiene una serie de incidencias”, explica.
En esta línea, hace énfasis en los resultados del estudio que grafican las desigualdades, en la región, descantando Machalípor su oferta residencial y áreas verdes, y otras como San Fernando o San Vicente, que muestran déficits tanto en infraestructura como en acceso a servicios. “San Fernando siempre ha estado bajo el promedio nacional, y lo preocupante es que esto se mantiene pese a su rol como capital provincial”, explicó Orellana. La falta de inversión en equipamientos y servicios básicos limita su capacidad de desarrollo.
Respecto al ambiente de negocios, el informe señala que solo Machalí alcanza niveles medios de desempeño, mientras que Rancagua y otras comunas se mantienen bajo lo esperado. “Rancagua, siendo una capital regional con más de 250.000 habitantes, debería tener un nivel de actividad económica mayor”, sostuvo Orellana, añadiendo que muchas empresas con presencia en la región tributan en Santiago, privando a las comunas locales de recursos clave.
En el ámbito de la salud, el estudio destaca la saturación del sistema público en O’Higgins, con listas de espera extensas y alta prevalencia de enfermedades crónicas. “Hay una fuerte dependencia de Fonasa, especialmente en comunas como San Fernando o San Vicente. Machalí escapa en parte a esta realidad por su perfil socioeconómico más alto”, explicó. Además, se identifican factores ambientales que podrían estar incidiendo en la salud de la población, como el uso de leña y la cercanía a actividades industriales y agrícolas intensivas.
A juicio de Arturo Orellana, el panorama de la región es mixto. “Vemos comunas como Rancagua y Machalí que logran superar el promedio nacional, pero al mismo tiempo hay una concentración de oportunidades en ellas que deja rezagadas a ciudades intermedias. Este centralismo regional reproduce las desigualdades que ya conocemos a nivel país”, concluyó.
Machalí: La comuna mejor evaluada
Tras los positivos resultados obtenidos por la comuna en el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2025, el alcalde Juan Carlos Abud destacó los avances concretos en áreas prioritarias para los vecinos como conectividad, salud, transporte público y acceso a servicios.
“Las prioridades de nuestros vecinos han sido seguridad y conectividad, y hemos respondido con obras concretas”, afirmó Abud. Entre ellas, destacó que, “ya da gusto pasar un poco por la carretera del Cobre, se ha ido avanzando en su primera etapa, ya está casi en un 95, 96% el avance, solo falta colocar en funcionamiento los semáforos del cruce San Joaquín de los Mayo, el cruce del colegio San Francisco y ya está en proceso la segunda etapa, que probablemente va a dejar muchas enseñanzas a los responsables de esa obra”.
Asimismo, en materia de transporte, Machalí es la única comuna del país con transporte gratuito para adultos mayores, beneficiando a más de 3.000 personas de Machalí y Coya. A esto se suma la priorización, vía consulta ciudadana, de la tercera pista de San Juan, y mejoras en ciclovías para fomentar el uso de la bicicleta.
En salud, la comuna cuenta con un psiquiatra financiado por el municipio y ha ampliado la cobertura en todos sus centros de salud, incluyendo atención los fines de semana en Coya.
“El ICVU reconoce lo que muchos vecinos ya sienten: en Machalí tienen acceso a salud, comercio, cultura y deporte. Nuestro desafío es seguir mejorando”, concluyó el alcalde.