Durante años, la medialuna de Rengo fue uno de los recintos más importantes del rodeo regional. Allí se disputaron fechas clave del calendario corralero, incluyendo clasificatorios para el Champion, además de numerosas ferias costumbristas, espectáculos artísticos —en el escenario dispuesto justo atrás de la medialuna, dentro del mismo recinto— y celebraciones patrias que convocaban a miles de personas. Era, junto a la Plaza de Armas, el punto de encuentro predilecto de los renguinos.
Todo comenzó a cambiar a mediados de 2019, cuando el uso del recinto se volvió esporádico. Luego vino la pandemia del Covid-19, que obligó al cierre prolongado de espacios públicos. Desde entonces, el deterioro del lugar se aceleró.
Inicio de una historia
La historia de este espacio se remonta a 2003, cuando el Club de Rodeo Rengo decidió levantar una nueva medialuna sobre la base de una antigua estructura. En septiembre de ese año, se inauguró con un rodeo de Primera con Puntos. La obra, posible gracias al impulso del club y del entonces alcalde Marcos Gatica, incluyó corrales y tribunas de fierro, durmientes y tablas, piso con base de ripio y arena, cafetería con vista al ruedo y un sistema de iluminación nocturna.
“La cambiamos entera. Queríamos hacer un recinto de primer nivel”, recordaba en ese entonces Joaquín Barros, director del club. El objetivo era posicionar a Rengo como sede de rodeos de alto nivel y fortalecer el vínculo con la cultura huasa.
El declive tras la pandemia
Durante varios años, el recinto albergó actividades deportivas y sociales con éxito. Sin embargo, con la llegada del Covid-19 en 2020, el lugar cerró y dejó de recibir público. La falta de mantención se hizo evidente: estructura dañada, baños inutilizables y cierres perimetrales destruidos.
En 2022 se intentó reactivar el uso del espacio —que, como mencionamos, alberga tanto la medialuna como un sector para eventos—, pero en abril de ese año una riña a la salida de una actividad terminó con una persona fallecida. Desde entonces, no volvió a utilizarse de manera oficial.
El abandono dejó el lugar expuesto a robos, vandalismo y ocupaciones. Vecinos de sectores cercanos como Los Abedules, Rienzi Valencia y calle Inca de Oro denunciaron constantes episodios de inseguridad. Agrupaciones que funcionan en el sector, como el Club Deportivo Cultural “Onda”, también han alertado sobre intentos de robo y el estado general de deterioro.
Un operativo y un futuro por definir
En marzo de este año, bajo la administración del alcalde Enrique Del Barrio, la Municipalidad de Rengo realizó un operativo de desalojo y limpieza en puntos críticos de la comuna, incluyendo la medialuna. La intervención contempló controles de identidad, incautación de armas blancas y el retiro de basura y desechos voluminosos.
Ahora, consultado sobre el tema, el jefe comunal señaló: “Lo que alguna vez fue un espacio de encuentro familiar y tradición para Rengo, hoy no es más que la evidencia del abandono prolongado que heredamos de la administración anterior. La medialuna fue completamente desmantelada, pieza por pieza, transformando el lugar en un foco de delincuencia y suciedad”.
Sin embargo, aseguró que su gestión no se quedará solo con el diagnóstico: “Nuestro compromiso es claro: recuperar este espacio para las familias renguinas con participación de los propios vecinos, y avanzar hacia el sueño de contar con una nueva medialuna para la comuna, en un lugar apto y que pueda reunir a todos los vecinos y visitantes amantes de esta tradición regional”.
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