El Servicio de Salud O’Higgins conmemoró este martes el Día Mundial del Donante de Sangre en una ceremonia que reunió autoridades, profesionales de la salud, estudiantes y ciudadanos comprometidos con esta causa solidaria.
“Tiene una importancia muy relevante porque estamos reconociendo el acto generoso de todas estas personas que constantemente donan sangre en nuestros establecimientos de salud. Este gesto nos permite salvar vidas y atender a quienes lo requieren en la red pública. También queremos agradecer a nuestros funcionarios que se despliegan por la región realizando estas colectas que son tan necesarias”, señaló el director del Servicio de Salud O’Higgins, Jaime Gutiérrez Bocaz.
La actividad se realizó en dependencias de la Universidad de O’Higgins y contó con la participación de la seremi de Salud, Carolina Torres; la jefa de carrera de Tecnología Médica de la casa de estudios, Natalia Sills; equipos de Unidades de Medicina Transfusional (UMT) y donantes reconocidos por su compromiso permanente.
Con el lema propuesto por la OMS este año —“Dona sangre, dona esperanza. Juntos, salvamos vidas”— la jornada buscó visibilizar tanto el valor de la donación voluntaria como el trabajo de los equipos que hacen posible cada transfusión en hospitales y centros asistenciales.
“Esta ceremonia reconoce una labor profundamente altruista. Felicitamos al Servicio de Salud por relevar el compromiso de personas que salvan vidas sin conocer a quienes ayudan. En tiempos donde muchos temas dividen, este tipo de gestos solidarios nos unen como sociedad”, indicó la seremi de Salud, Carolina Torres.
Uno de los momentos más significativos fue la intervención del donante Joaquín Torres Hinojosa, funcionario del Hospital Dr. Franco Ravera Zunino, quien ha realizado 11 donaciones de plaquetas desde 2017. Desde su experiencia personal, hizo un llamado a cambiar la mirada individualista.
“Vivimos en un mundo bien egoísta. Hay cosas que nosotros como seres humanos tenemos que dar y podemos darla al otro, en lo personal no tuve esa posibilidad cuando estuve hospitalizado y entendí que con mi tipo sanguíneo (O-4 negativo, donante universal) tengo un compromiso moral. Donar no cuesta mucho y puede marcar una gran diferencia. Hay cosas que debemos dar, sin esperar nada a cambio”, compartió conmovido.
Junto a él, fueron reconocidos los donantes Fernando Espinoza Campos (34 donaciones), Mabel Aceituno Romero, Mónica Melinao Cid y David Delgado Fierro, todos con historias de generosidad silenciosa que han impactado la vida de muchos pacientes.
También se reconoció a cuatro funcionarios de las UMT que, desde la atención directa y la gestión clínica, permiten que la experiencia del donante sea segura, confiable y significativa. Melissa Aguilera, del Hospital de Rengo, destacó su pasión por el trato directo con las personas: “Me encanta hacer que se sientan seguros, acompañarlos. Es un proceso 100% seguro. Hay que vivirlo, no tenerle miedo”. Asimismo, se reconoció a Maritza del Pino, con 15 años de trayectoria en San Fernando; Aquiles Gómez, del Hospital de Santa Cruz, y Hernán Casas, del HFRZ, por su empatía y vocación de servicio.
Finalmente, la tecnóloga médica Natalia Sills Guzmán, jefa de carrera en la Universidad de O’Higgins, entregó un mensaje particularmente emotivo al recordar que ella misma fue beneficiaria de transfusiones sanguíneas en el pasado “hoy estoy aquí gracias a donantes altruistas. Eso me permitió recuperar mi salud y seguir formando a los futuros profesionales. La sangre no se puede fabricar; sólo podemos obtenerla de personas solidarias. Por eso es vital pasar esta posta a nuestros estudiantes y a toda la comunidad”.
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