Durante la mañana de este lunes 19 de mayo, representantes del Colectivo Ambiental Parque Koke, junto a vecinos y vecinas del sector poniente de Rancagua, se reunieron con el alcalde Raimundo Agliati para entregar más de 5 mil firmas ciudadanas que respaldan la defensa y preservación del histórico Molino Koke. La cita tuvo como eje central la solicitud formal para que los silos del recinto sean declarados patrimonio comunal, evitando así cualquier posibilidad futura de demolición.
La reunión se desarrolló en dependencias del municipio y fue calificada como positiva por los participantes. En conversación con El Tipógrafo, Felipe Toledo Castro, presidente del colectivo, valoró el encuentro y detalló los principales compromisos asumidos por el jefe comunal. “Hoy estuvimos junto a otros vecinos del sector presentando las más de 5.000 firmas que hemos recolectado durante estos meses en defensa del Molino Koke. Fue una instancia muy significativa y bien recibida por el alcalde, quien nos ratificó su disposición a respaldar esta causa desde su rol como autoridad”, explicó.

El Molino Koke, ubicado en uno de los sectores más tradicionales de la ciudad, ha sido objeto de creciente interés ciudadano desde que, a finales del 2024, se intentara rematar sin éxito parte de sus instalaciones. Aquella subasta no contó con postores, situación que para los miembros del colectivo podría haberse visto influida por la visibilización del conflicto a nivel local y nacional.
«El remate no tuvo oferentes, y creemos que eso respondió en parte a la presión ciudadana. La defensa activa que hemos levantado, sumada a la exposición mediática, ha dificultado que se vuelva a intentar su venta», sostuvo Toledo. Sin embargo, advierte que la amenaza sigue latente: “Este inmueble puede ser rematado en cualquier momento, ya que actualmente no cuenta con ningún resguardo patrimonial efectivo. Esa es justamente la urgencia de avanzar en una protección concreta”.
En ese sentido, uno de los pasos clave es que el inmueble sea incorporado expresamente como bien patrimonial en el plan regulador comunal. “De salir todo correctamente, lo que viene ahora es la integración del Molino al plan territorial de Rancagua, con una resolución formal que prohíba su destrucción”, indicó el dirigente ambiental.
Toledo agregó que esta protección no debe limitarse solo a evitar su demolición, sino que debe ir acompañada de una política de restauración y uso comunitario. “Lo que no queremos es que ocurra lo mismo que con el Castillo Butrón, que está protegido, pero en ruinas y cercado de edificios. El Molino Koke no solo debe conservarse, sino también ponerse al servicio de la comunidad con fines culturales, deportivos, ambientales o educativos”.
Durante la reunión, el alcalde Agliati se habría mostrado receptivo a la solicitud y pidió un par de semanas para anunciar públicamente los pasos a seguir desde la administración municipal. Según relató Toledo, “nos manifestó que está dispuesto a respaldar esta iniciativa y que entiende la relevancia de preservar un ícono del paisaje urbano y la memoria histórica de Rancagua”.
El Colectivo Parque Koke ha estado impulsando esta causa desde hace más de un año, con actividades culturales, caminatas patrimoniales y charlas informativas en torno a la historia del recinto, que fue uno de los principales núcleos industriales de la ciudad durante gran parte del siglo XX. La recolección de firmas fue realizada tanto de forma presencial como digital, y contó con el apoyo transversal de organizaciones sociales, culturales y medioambientales.
Ahora, los vecinos esperan que el respaldo ciudadano sea considerado en las decisiones que se tomen a nivel local. “Hoy le entregamos al alcalde una señal clara del sentir rancagüino: queremos que el Molino Koke siga siendo parte viva de nuestra historia. Esperamos que las autoridades estén a la altura y den los pasos necesarios para que esto se concrete”, concluyó Toledo.