El exalcalde de Nancagua, Eduardo Escanilla, ha sido formalizado por la presunta sustracción de una escultura, un caso que ha desatado una controversia en la comuna. La denuncia fue interpuesta por concejales, quienes acusan a Escanilla de apropiación indebida tras la aparición de la obra en un video de su celebración de cumpleaños.
«Bueno, ahora me hacen la denuncia ante fiscalía a raíz de una denuncia de los concejales, porque cuando a mí me regalan, me van a hacer un regalo de cumpleaños, yo salgo a recibir regalo, después en mi casa de fondo aparece la niña y ahí un poco empiezan a denunciarme que yo poco menos me la había robado y que yo me la había apropiado indebidamente,» declaró el exalcalde, refiriéndose a cómo se originaron las acusaciones.
La versión del exalcalde
Eduardo Escanilla niega categóricamente haber sustraído la escultura. Según su versión, la obra le fue donada en 2019 por el escultor Mauricio Pichuantes. «No, yo nunca he sustraído nada. Al contrario, yo me la llevé porque esa escultura fue una donación de Mauricio Pichuante. El año 2019, tengo el documento firmado de la donación» afirmó Escanilla.
El exedil sostiene que, al ser de su propiedad, se la llevó consigo una vez finalizado su mandato. «Al término de mi mandato yo me la traje porque obviamente como era mía, o sea, como me la donó, yo me la traje” enfatizó.
Historia de «La Temporera» o «La Niña Desnuda»
La escultura en cuestión posee una historia de creación. Inicialmente, fue comenzada en 2018 por Néstor Figueroa, un escultor de Rapa Nui, en colaboración con Mauricio Pichuantes y Fernando Araya. Sin embargo, Figueroa no la terminó en ese momento. Posteriormente, en 2019, durante un encuentro internacional de escultores coordinado por Pichuantes, el artista japonés Iraco Kurama realizó «algunas mejoras» a la obra.
El nombre de la escultura también genera discrepancias: para Néstor Figueroa, su creador original, la obra se denomina «La Temporera», mientras que, para el exalcalde y otros, era conocida como «La Niña desnuda». Destacar que la escultura fue creada en un contexto de apoyo al escultor Mauricio Pichuantes, y no como una obra encargada o pagada directamente por el municipio.
Financiamiento y Documentación Municipal:
Escanilla es enfático en que el municipio de Nancagua nunca desembolsó dinero alguno por la escultura. «Además, el municipio nunca pagó ningún peso por ella porque esa escultura no fue ni se pagó ningún recurso municipal por esa escultura,» aseveró.
En 2018, la municipalidad solo proporcionó «alimentación y estadía» a los escultores que acudieron a apoyar a Pichuantes. Esta situación contrasta con encuentros de escultores posteriores (en 2019 y 2020), donde las obras sí pasaron a ser patrimonio municipal y existían contratos que lo respaldaban. Según el exalcalde, la obra en cuestión «no estaba por ninguna parte» en esos registros.
El exedil también cuestiona el hecho de que la escultura fuera inventariada por el municipio, ya que, en su opinión, no existe «orden de compra, no hay un contrato, no hay una factura, no hay nada» que justifique su inventario como propiedad municipal.
El rol crucial y la ausencia de Mauricio Pichuantes
Un factor determinante en este caso es la trágica muerte de Mauricio Pichuantes, quien donó la escultura al exalcalde. Pichuantes falleció en 2022 en un accidente, siendo aplastado por un árbol mientras impartía una clase en Coya. «Mauricio Pichuantes, para desgracia mía y para desgracia de Chile, porque fue uno de los famosos escultores del pueblo Mapuche, se fue trágicamente el 2022 en Coya”, lamentó Escanilla.
El exalcalde subraya que el testimonio de Pichuantes habría sido fundamental para aclarar la situación. “Esto lo habría aclarado fácilmente, pero hoy día todo está en manos de la fiscalía, que esto se debería aclarar para el bien de todos”, comentó. La donación al exalcalde habría sido un gesto de agradecimiento del fallecido escultor.
Confianza en la justicia y percepción de persecución política
Eduardo Escanilla se muestra confiado en que la verdad prevalecerá y la situación se aclarará en la justicia. Reitera su inocencia, afirmando que nunca ha tomado nada que no le corresponda y que siempre ha actuado con transparencia. «Se va a aclarar. Sí, pues gracias a Dios yo nunca he tomado nada que no me corresponda. Lo que yo, como me la donó, yo me la traje. Si yo hubiera sabido todos estos problemas que me acarrearía, yo nunca me la habría llevado y bueno, habría quedado ahí», expresó.
Finalmente, el exalcalde percibe esta acusación como parte de una «persecución política» en su contra, con el objetivo de impedir su continuidad en la vida pública o como candidato. Donde afirma que su gestión siempre ha sido transparente. «Esto, más allá del acto mismo, es toda una persecución política en mi contra para que yo no siga siendo candidato, no siga en el servicio público. Aquí hay una política de algunas personas que no quieren que uno pueda seguir liderando un proyecto político” concluyó finalmente Eduardo Escanilla.
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