En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, especialistas recuerdan los múltiples beneficios que esta práctica aporta tanto a la salud del lactante como a la de quien amamanta, además de su impacto positivo en la sociedad en general. La lactancia materna fortalece el vínculo afectivo, reduce la morbilidad infantil y contribuye a mejorar la salud materna.
Sara Parada Ibáñez, directora de Obstetricia de la UNAB sede Santiago, enfatiza que: “Esta conmemoración también debe ser una oportunidad para avanzar hacia una mirada más inclusiva, empática y libre de juicios. No todas las personas que deciden ser madres pueden o desean amamantar. Las razones son diversas y profundamente personales: Condiciones médicas, salud mental, experiencias previas o simplemente decisiones informadas que merecen igual respeto”.
Asimismo, se destaca que la lactancia es una forma de alimentación natural y sostenible que no genera residuos ni requiere procesos industriales, lo que la convierte en una estrategia clave para la protección del medio ambiente y la lucha contra la crisis climática.
Sara también subraya que promover la lactancia no puede transformarse en una herramienta de presión o estigmatización. Cuidar la salud de la infancia implica también cuidar a quienes maternan, y eso comienza por validar todas las formas posibles de criar desde el amor, el respeto y la dignidad.