Desde hace más de 45 años, el Comedor de Los Reyes de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Rancagua, ha brindado alimentación a personas en situación de calle y a familias vulnerables. Este mes de marzo, la iniciativa retomó sus atenciones semanales y requiere apoyo para mantener su funcionamiento.
Cada lunes se ofrecen almuerzos a quienes no tienen acceso a una comida caliente, mientras que los miércoles se entregan bolsas con alimentos no perecibles a las familias que más lo necesitan. Para sostener esta labor, el párroco Miguel Cornejo hizo un llamado a la solidaridad.
“Queremos invitar a todos los feligreses y a quienes conocen esta obra a colaborar con alimentos para nuestros hermanos. Especialmente para los almuerzos de los lunes, necesitamos porotos, tallarines, aceite y también apoyo económico”, indicó.
El sacerdote explicó que los aportes monetarios permiten costear la compra de 300 a 350 panes cada lunes, además de jugos o refrescos que acompañan los almuerzos. “Queremos que el plato de porotos no sea solo eso, sino que lleve también un pancito y algo para beber. Si no lo hay, ellos lo entienden, pero siempre aspiramos a brindar un almuerzo digno”, agregó.
El Comedor de Los Reyes nació bajo la guía del fallecido padre Vito Gianfreda y con los años se ha consolidado como una obra solidaria dentro de la comunidad. Sin embargo, la crisis económica ha dificultado su mantención, por lo que se trabaja en la creación de una fundación que permita obtener recursos para su continuidad.
“Han sido meses difíciles, y este año no es la excepción. Por eso, invitamos a todos a poner una mano en el corazón y otra en el bolsillo, como decía un sacerdote amigo”, expresó el padre Cornejo.
Quienes deseen colaborar pueden acercarse a la parroquia, ubicada en Alameda Bernardo O’Higgins 945, llamar al teléfono (72) 2222074 o escribir al WhatsApp +56 9 92738660.
“Cada ayuda es una bendición que lleva dignidad y esperanza a quienes más lo necesitan. Que María Santísima nos acompañe y bendiga a todos los corazones generosos”, finalizó el párroco.
