A más de un año del accidente sufrido por el pequeño Martín Arriaza en el recinto de entretenciones El Laberinto de San Fernando, su padre, Gustavo Arriaza, entregó una actualización a El Tipógrafo sobre su estado de salud, su evolución tras la craneoplastía y el proceso que enfrenta actualmente junto a su familia.
“Martín ha pasado por muchas terapias desde el accidente. Gracias a Dios se ve bien, está evolucionando y nosotros estamos felices de tenerlo con nosotros”, señaló. El padre explicó que el menor sufrió un daño cerebral irreversible, con la pérdida del 40% de su cerebro, lo que ha dejado secuelas que requieren seguimiento permanente.

Cirugía y proceso de recuperación
Arriaza recordó que la craneoplastía se realizó durante agosto en la Clínica Alemana, procedimiento que estuvo a cargo del neurocirujano Manuel Campos Puelma. “Entró a la cirugía para recomponer la parte del cráneo que había perdido a raíz del accidente y, gracias a Dios, todo salió bien. Hoy su cabeza está como la de cualquier niño de su edad”, afirmó.
Indicó además que, debido al crecimiento natural, no se descarta una nueva intervención en el futuro. “Puede que en la adolescencia tenga que pasar por otra cirugía, porque su cuerpo y su cabeza van a seguir creciendo. Pero ha reaccionado bien, tiene más seguridad y más confianza”, explicó.
Acuerdo por tratamientos y apoyo familiar
Sobre la situación que se vivía con el propietario del recinto donde ocurrió el accidente, Gustavo Arriaza confirmó que recientemente se llegó a un acuerdo. “Hace unas semanas sostuvimos conversaciones con Juan Alegría, el dueño del laberinto, y firmamos un contrato donde él se hace responsable de los tratamientos, medicamentos y lo que Martín necesite de aquí en adelante”, señaló.
Detalló que ese apoyo ya se ha materializado. “Ha respondido, nos ha ayudado con medicamentos, terapias y exámenes. Para nosotros esto también cierra un ciclo, porque vivir recordando todos los días lo mismo no era sano para la salud mental de la familia”.
Etapa escolar y terapias
De cara a lo que viene, Arriaza explicó que el foco estará puesto en la rehabilitación y en el inicio de la etapa escolar. “El médico que lo operó fue claro en que Martín no puede saltarse su proceso educativo, así que el 2026 entra a prekínder”, indicó.
Actualmente, el el pequeño Martín continúa con diversas terapias. “Tiene momentos de frustración, se desregula, y eso se trabaja con psicología, psiquiatría, kinesiología, fonoaudiología y otras terapias”, relató. En lo físico, agregó que “ha ido recuperando el caminar y parte del movimiento del lado izquierdo, aunque todavía no logra mover completamente su mano y brazo”.






