El pasado lunes 7 de octubre, una tradicional actividad de los estudiantes de tercero y cuarto medio del Liceo Óscar Castro Zúñiga de Rancagua se vio empañada por un incidente que dejó a dos alumnos con quemaduras de primer grado.
La directora del establecimiento, Marcela Droguett, conversó en exclusiva con El Tipógrafo y explicó que la jornada consistía en una «guerra de bombas de agua», actividad que se realiza anualmente, pero que esta vez se salió de control cuando se utilizó un líquido desconocido, presumiblemente bencina, parafina o diluyente, información que aún debe ser confirmada.
«Esta es una actividad que realizan los alumnos de tercero y cuarto medio todos los años. Es una guerra de bombas de agua. Esta partió el miércoles de la semana pasada, sin la autorización respectiva», relató Droguett. Ante la persistencia de los estudiantes en realizar la actividad, el liceo decidió permitirla el lunes para minimizar los riesgos, limitando la participación a los cursos superiores y bajo la supervisión del personal docente e inspectores.
Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando a la directora le informaron que dos alumnos habían sido afectados por el lanzamiento de un líquido desconocido. La intervención del personal de salud del liceo permitió estabilizar a los estudiantes. Tras intentar conseguir una ambulancia sin éxito, uno de los apoderados de estos jóvenes los trasladó a una clínica para recibir el tratamiento respectivo. «Me reportaron que los alumnos estaban en esa condición, con una quemadura de primer grado, pero que con curación y suero iban a estar bien«, sostuvo.
«Nosotros ahí empezamos el proceso de investigación para averiguar qué había ocurrido y quién había lanzado esto. Ahí se nos señala que fue una alumna de tercero medio, porque los estudiantes afectados son de cuarto, a lo cual conversamos con ella (…) Y efectivamente ella reconoce que les tiró un líquido que había en su botella, por lo que se procedió a llamar a sus apoderados», agregó Droguett.
Sin embargo, en medio de este proceso se conocieron nuevos antecedentes que todavía deben ser corroborados. «En el curso de la joven, dos alumnos más habrían llenado la botella (…) Ella señala que botó este líquido y que enjuagó el envase», pero que al rellenarlo con agua habría quedado un resto en el interior. «No sabemos si eso es efectivo todavía», mencionó la directora. Asimismo, señaló que el caso ya está en manos de la Fiscalía y la PDI.
«Los apoderados de esta alumna y de los estudiantes involucrados se presentaron hoy. A ella se le aplicó el reglamento, que es la suspensión, porque es una falta gravísima, de cinco días«, detalló Droguett.
En la misma línea, remarcó que «lo más complejo es que, como liceo, ninguno de nosotros, los adultos, podemos revisar mochilas ni nada, porque perfectamente ayer, cuando vimos que esto iba a empezar y que estaban con otro tipo de líquidos, podríamos haberles quitado estas cosas y haber evitado esta situación, pero la ley no nos lo permite».
El incidente ha generado preocupación en la comunidad educativa, pero la directora aseguró que las autoridades escolares han tomado medidas para prevenir situaciones similares en el futuro. «Los alumnos entendieron la gravedad de la situación y en lo que terminó, algo que estaba pensado en que iba a ser solo agua», concluyó.
Por su parte, la Corporación Municipal (Cormun) de Rancagua aseguró que, tras esto, «se levantaron todos los protocolos correspondientes desde el establecimiento«.
La Policía de Investigaciones continúa recabando información para esclarecer los hechos, mientras que el liceo tomó las medidas disciplinarias correspondientes contra quienes resultaron involucrados.