Por Ingrid Torrealba
La XXI Muestra Nacional de Dramaturgia, celebrada en 2024, reconoció el talento de la actriz, directora y dramaturga Rosa Bernardo Escobillana, quien se adjudicó uno de los cinco premios con su obra «Recuérdame sacar la basura a la noche».La creadora, ya había sido galardonada en la octava versión de la misma muestra con «Medicina Mujeres».
«Fue una fiesta de la dramaturgia», comenta Bernardo sobre la instancia, destacando que «no solo hubo montajes, sino también talleres, charlas y actividades que enriquecieron la experiencia. Era un evento que te permitía estar todo el día inmerso en el teatro».
Respecto a la evolución de su carrera, la dramaturga señala: «La primera vez que gané era muy joven, lo tomé con ligereza. Ahora lo veo como un reconocimiento a la perseverancia, al trabajo de décadas. Hacer teatro en este país es extremadamente complejo. Uno siempre es la parte más delgada del elástico. Pero seguimos adelante, somos sobrevivientes».
Sobre «Recuérdame sacar la basura a la noche», su obra premiada en 2024, explica que «es la bitácora de un fracaso. Un funcionario público que, tras 40 años de rutina, ve cómo su esposa lo deja y comienza una nueva vida. Es una historia íntima que al final se vuelve universal».
Bernardo reconoce que le tomó tiempo asumirse como dramaturga: «Siempre fui muy respetuosa con esa definición. Pasé de la docencia a la dirección y de ahí a la dramaturgia, por necesidad. Los textos que encontraba no reflejaban lo que quería trabajar con mis alumnos, así que empecé a escribir».
La artista también dirige el taller de teatro del Teatro Regional Lucho Gatica, donde trabaja con un variado grupo de actores aficionados y profesionales. «Me encanta trabajar con gente que viene de distintos mundos: abogados, profesores, constructores civiles. Hay un aprendizaje mutuo, un intercambio transversal. Siempre hay algo nuevo que aprender».
Sobre su visión dramatúrgica, destaca su interés por «el cotidiano y los procesos de destrucción. Mientras más íntima sea la historia, más universal se vuelve».
Finalmente, sobre el futuro del teatro en Chile, Bernardo es crítica: «Hoy se habla mucho de lo positivo, de que uno puede lograrlo todo, pero la verdad es que a veces no se puede. La realidad es que muchos estamos predeterminados por el lugar donde nacemos. Y eso también es teatro: contar esas historias que no siempre terminan bien, pero que siguen siendo necesarias».