El Serviu confirmó la demolición de las viviendas deterioradas y quemadas en el sector de avenida Baquedano, tras una serie de acciones impulsadas por el alcalde de Rancagua, Raimundo Agliati. Esta medida responde a la urgente necesidad de recuperar la tranquilidad de los vecinos, tras los recientes incendios que pusieron en riesgo la integridad de las familias del barrio.
Al caer la tarde ayer, se llevó a cabo una reunión clave entre autoridades y residentes de la población Irene Frei. En el encuentro se oficializó que los trabajos de demolición comenzarán en un plazo máximo de tres semanas. Además, el Serviu accedió a la solicitud del municipio para ingresar anticipadamente al lugar y retirar los elementos más peligrosos, lo que permitirá prevenir nuevos episodios de inseguridad.
“Lo dijimos con claridad: había que actuar con decisión. Hoy tenemos una respuesta concreta y eso es un avance para los vecinos que llevan demasiado tiempo expuestos a riesgos evidentes”, afirmó el alcalde Agliati.
Desde el municipio recalcaron que esta acción es parte de una estrategia más amplia para recuperar espacios abandonados, reducir focos de peligro y mejorar la calidad de vida en los distintos barrios de la ciudad.
