Durante la noche del martes, un reportaje emitido por Teletrece puso nuevamente en el foco el caso de Richard Eduardo Riquelme Vega, más conocido como “Richard Rico”, un hombre originario de Machalí, Región de O’Higgins, que ha sido catalogado por las autoridades europeas como “el chileno más peligroso del mundo” debido a su liderazgo dentro de una organización criminal transnacional vinculada al narcotráfico, asesinatos y lavado de dinero.
Riquelme nació en el excampamento minero de Sewell y dejó Chile a los seis años, debido al exilio de sus padres tras el Golpe de Estado. Se establecieron en Europa, donde con el paso del tiempo se involucró en bandas criminales, estableciendo nexos con carteles colombianos y finalmente posicionándose como líder de una red de narcotráfico en el continente.
Una condena clave en 2021
Fue el 21 de octubre de 2017 cuando “Richard Rico” resultó detenido intentando ingresar a nuestro país. Su captura se logró luego de que Fiscalía de Amsterdam notificara a la Cancillería de su paradero, para que así se procediera con su aprehensión y posterior extradición a Países Bajos para enfrentar los diversos delitos que se le imputan.
En 2021, el Tribunal de Róterdam lo condenó a 11 años de cárcel por liderar una organización criminal. Esta sentencia, sin embargo, correspondía solo a la primera parte de su proceso judicial, ya que aún enfrentaba causas pendientes por tráfico de drogas y varios asesinatos.
Desde entonces, Riquelme permanece en la prisión de Vught, considerada una de las más seguras de Europa, donde cumple régimen de aislamiento. El recinto penitenciario es descrito como “una prisión dentro de otra prisión”, con estrictos protocolos de seguridad.
Un ascenso criminal desde Europa
La historia delictiva de Riquelme se remonta a décadas atrás. En 1999 fue arrestado en Alemania y condenado por asociación criminal y exportación de cocaína, lo que lo mantuvo cuatro años en prisión. A partir de entonces, su carrera criminal se intensificó. Se le atribuye haber establecido nexos con carteles colombianos, y con el tiempo se adueñó de una red europea de drogas, incluso eliminando a antiguos líderes del clan para quedarse con el control.
Según fuentes judiciales, operaba con pasaportes de múltiples nacionalidades, hablaba fluidamente holandés, alemán, inglés y marroquí, y contaba con una red de colaboradores que le permitía mover droga a gran escala por diversos países del continente.
Podría salir antes de cumplir condena
A pesar de la gravedad de los cargos, la posibilidad de una liberación anticipada fue confirmada recientemente por su abogado, Leon van Kleef. “Con lo matemático de la condena, de hecho hay una posibilidad teórica que puede salir. Sí”, sostuvo, abriendo la puerta a un eventual beneficio penitenciario antes de que cumpla los 11 años establecidos.
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